Diccionario corto de 10 términos que escucharás en la "zafra"...

Fecha de Noticia: Enero 24, 2016

Base de datos de precios de transferencia

Por: Carlos Urbina

1. Camarón: dícese de un trabajito rápido, no recurrente y que se cobra de una vez. Generalmente se hace después de horas laborables y casi siempre consistente en una renta de algún loco que quiere un préstamo.

2. Chivo: es más grande que un camarón, puede tomar más de un día y generalmente el cliente no es tan iluso como el que da camarones.

3. Chivero: dícese de un colega cuya fuente de ingresos es generada en su mayor parte por atender chivos.

4. Contador de palo de mango: aunque nunca nadie ha visto ese palo, todos aseguran que bajo él trabaja un colega poco afortunado que firma rentas por precios módicos que generalmente no exceden los 25 palos (Y NO DE MANGO).

5. Se cayó el sistema: expresión que se pone de moda al final de la zafra y que está asociada a problemas del sistema informático de la DGi.  La ciencia contable no ha provisto evidencias contundentes de quien tumba este sistema y porqué este sistema se deja tumbar así na mas...

6. Cuara y cuara: lugar que resuelve hambres repentinas en plena zafra y a precios módicos. Han existido acusaciones que indican que el lugar es financiado por cardiólogos interesados en incrementar el número de bypasses y cirugías de corazón abierto.

7. 8NT: existen algunas corrientes doctrinales que sostienen que el termino es una abreviatura de "te volverán un 8 y No Te darán nada", otros sostienen que es la abreviatura de: en los primeros 8 intentos No Te lo darán.

8. Dígito verificador: número inservible al contribuyente y sin función aparente para la DGi.  Los pocos fines reportados han sido vinculados a contribuyentes cabalosos que dicen haber ganado plata al jugar este número en chances y billetes.

9. Catastro: nombre clave de una gran catástrofe ocurrida por la pereza gubernamental de actualizar los valores de las fincas raíces.

10. Formulario de rectificativa: ilusión óptica hecha con el propósito de generar en el contribuyente una expectativa de cambios en su cuenta corriente.  Por lo general los síntomas desaparecen a los 4 o 5  años de haberla presentado período luego del cual el contribuyente acepta como una realidad su cuenta corriente y deja de estar solicitando cambios en la mismo.

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